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Abstract
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We appreciate the publication of the article by Gerstner and Lara Lara1 in their magazine since it focuses on a topic of great relevance, such as the increase in suicide rates among young people, for which we believe it is appropriate to share some reflections.
In recent years there has been a greater visibility of the problem of suicide in public opinion despite the fact that historically it had been silenced due, among other reasons, to the possible contagion effect or Werther effect that could occur when disseminated from the media Communication news about suicidal behaviors. Indeed, it has been shown that this contagion effect can occur among younger people, when the news is transmitted from frivolity or by misusing the information2. However, the evidence shows that suicidal behaviors can be prevented through health policies and community actions.
In their article, the authors take a very broad time series, since 1990, and show the increase in suicide rates among boys and girls aged 10-14, among adolescents and among young boys, which places his country, Ecuador, among the ten countries with the highest suicide rates in children and youth. According to the authors, despite this growing trend, no measures have been taken to curb it. In addition, they criticize that the 2018 strategy to reduce suicide has not yet been evaluated. In other countries such as the US, suicide rates have also increased among those under 25 years of age and the greatest increase has occurred among children aged 5 to 14 ...
Language: es |
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Vernacular Abstract
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Agradecemos la publicación del artículo de Gerstner y Lara Lara1 en su revista puesto que pone el foco en un tema de gran actualidad, como es el incremento de las tasas de suicidio entre los jóvenes, por lo que creemos oportuno compartir algunas reflexiones.
En los últimos años se asiste a una mayor visibilidad de la problemática del suicidio en la opinión pública a pesar de que históricamente se había silenciado debido, entre otras razones, al posible efecto contagio o efecto Werther que se podía dar al difundir desde los medios de comunicación noticias sobre comportamientos suicidas. Efectivamente, se ha demostrado que este efecto contagio se puede dar entre las personas más jóvenes, cuando las noticias se transmiten desde la frivolidad o haciendo un mal uso de la información2. Sin embargo, la evidencia muestra que los comportamientos suicidas se pueden prevenir a tra- vés de políticas sanitarias y acciones comunitarias.
En su artículo, los autores toman una serie temporal muy amplia, desde 1990, y mues- tran el incremento de las tasas de suicidio entre los niños y las niñas de 10-14 años, entre los adolescentes y entre los jóvenes varones, lo que sitúa a su país, Ecuador, entre los diez países con mayores tasas de suicidio en niños y jóvenes. Según comentan los autores, a pesar de esta tendencia creciente no se han tomado medidas para frenarla. Además, critican que la estrategia de 2018 para reducir el suicidio aún no se ha evaluado. En otros países como EEUU las tasas de suicidio también han aumentado entre los menores de 25 años y el mayor aumento se ha producido entre los niños de 5 a 14 años |